La Tierra se enfrenta a una triple emergencia planetaria: El clima se calienta a un ritmo demasiado rápido para que las personas y la naturaleza se adapten; la pérdida de hábitat y otras presiones sobre la naturaleza han conllevado a que aproximadamente 1 millón de especies estén en peligro de extinción; y la contaminación continúa envenenando nuestro aire, tierra y agua.
Salir de este problema implica transformar nuestra economía y sociedad donde es de vital importancia volvernos más inclusivos, más justos y más respetuosos con la naturaleza.
Debemos pasar de dañar el planeta a curarlo y cuidar de él.
Proyectos como el nuestro, Insekt Co, son posibles cuyo principio radica en la sustentabilidad y renovación de los recursos para generar nuevos productos que representen el alimento del fututo.
Entendemos por desarrollo sustentable a un proceso de crecimiento de la Humanidad con la mira puesta en el cuidado y la protección del medio ambiente, el desarrollo sustentable nos dice que el ser humano es lo suficientemente capaz como para crear nuevos métodos de subsistencia que no se basen en el daño al medio ambiente pero que tampoco impliquen retraso si no recurriendo a nuevas estrategias que se basen en el uso de recursos renovables y no agotables.
Dentro de treinta años, la forma en que alimentaremos al ganado, a las mascotas e incluso a nosotros mismos podría incluir muchos más insectos de los que ahora conocemos, otros países han utilizado insectos para alimentos y piensos para el ganado durante años.
Si bien Estados Unidos permite que las personas vendan grillos y gusanos de la harina (Tenebrio Molitor), para bocadillos y ha aprobado las larvas de mosca soldado negro como alimento para el ganado, la idea de usar insectos realmente no se ha popularizado, según la FAO, los insectos requieren significativamente menos alimento para crecer y crear una cantidad comparable de proteínas que otros animales destinados a la alimentación, en gran parte porque son de sangre fría y no requieren energía alimentaria para mantener su temperatura corporal.
Como resultado, dos kilogramos de alimento producen un kilogramo de proteína de insecto, mientras que el ganado requiere cuatro veces más alimento para producir un kilogramo de carne de res.
Además, se entiende bien que la cría de ganado es una de las principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez aceleran el cambio climático, el metano no dura tanto tiempo en la atmósfera, pero según la Agencia de Protección Ambiental, su impacto en el cambio climático libra por libra es 25 veces mayor que el dióxido de carbono durante un período de 100 años.
Los insectos, por otro lado, en realidad pueden ayudar a descomponer los desechos que de otro modo liberarían gas y por ende impactarían provocando calor a la atmósfera, además, requieren significativamente menos espacio, el uso de insectos para la alimentación animal puede ayudar a reducir el impacto ambiental de los monocultivos como la soja y el maíz.
La FAO sugiere que las larvas de la mosca soldado negra, la mosca doméstica común y el gusano de la harina amarillo tienen el mayor potencial para la producción de alimentos a gran escala, lo que también ayudaría a reducir las presiones de gas en la tierra.
Por kilo de peso vivo, los insectos emiten menos gas dañino que los animales de granja más convencionales, una vaca, por ejemplo, produce 2,8 kg de gases de efecto invernadero por kilo de peso corporal vivo, los insectos, por otro lado, producen solo 2 gramos.
También consumen menos recursos que el ganado tradicional, por cada kilo que pesa, una vaca necesita 10 kg de alimento, los insectos, por otro lado, necesitan solo 1,7 kg.
El agua, que se está convirtiendo en un recurso cada vez más escaso en algunas partes del mundo, y que se utiliza generosamente en la agricultura intensiva, ofrece otra comparación interesante, para producir un solo gramo de proteína de insecto, necesitaría 23 litros de agua, eso puede sonar como mucho, pero para obtener ese mismo gramo de proteína del ganado, necesitaría 112 litros de agua.